La retirada del ídolo de Rafa Nadal

Este jueves en el Torneo de Sevilla puede decir adiós al tenis uno de nuestros mejores representantes en la historia del bello deporte de la raqueta. Carlos Moyá pondrá fin a su carrera despues de 15 años en la élite, una carrera marcada por las lesiones que le han costado la retirada, pero también llena de éxitos. Siempre destacaremos su final en Australia en 1997, su Roland Garros y el Nº 1 de la ATP en 1998 y la Copa Davis de 2004 siendo claramente protagonista.

Su juego basado en un potente saque y en una descomunal derecha le hicieron llegar al top ten mundial con apenas 21 añitos. Mítica será aquella final de Melbourne contra una leyenda como Pete Sampras, cediendo en 5 sets. En 1998 llegó su momento de gloria con la coronación como mejor tenista dentro de la ATP.  Posteriormente, y aunque las lesiones le lastraran, si hay una característica que defina al mallorquín es la regularidad. Desde 1995 hasta 2007 ganó al menos un torneo por año, excepto en 1999 y durante gran parte de su carrera se mantuvo entre los 20-30 mejores.

Lamentablemente para él, su pie le ha dado problemas continuamente. Según declaró el tenista, "las razones de mi retiro se deben a un problema en el pie que padezco desde hace muchos años, una artrosis, desde los 20 años y que me operé para poder seguir en abril del año pasado. Estuve siete u ocho meses de baja y quería volver a intentarlo". No pudo regresar a su mejor nivel.

A pesar de ello seguirá ligado al mundo del tenis. El mismo Rafael Nadal ha declarado en más de una ocasión que su ídolo era Moyá, que le influenció y le apoyó para que seguiera adelante. Moyá admitió que fue un aprendizaje recíproco. Ambos mejoraron uno del otro y se convirtieron en dos ejemplos del tenis. Hasta más ver Carlos, buena suerte.

imagen extraída de Wikipedia